jueves, 1 de septiembre de 2016

ISLANDIA ( 6 días) - Agosto 16



Compramos los billetes 2 días antes del vuelo por 270€ / persona de Barcelona a Islandia con la compañía islandesa Wow. Según su normas no aceptan como equipaje de mano maletas con dimensiones superiores a 42x32x25cm lo que nos provocó más de un dolor de cabeza al hacer la maleta. Eran 6 días, pero necesitábamos llevarnos ropa de abrigar, mucha comida y como las tiendas no cabían, tocaba alquilarlo allí.


Finalmente apretamos nuestras mochilas (aunque no se acercaban a las dimensiones indicadas) y nos dirigimos a la puerta de embarque, donde ni si quieran nos miraron... lo mejor de todo, que llevábamos los pantalones de esquí puesto, para que no abultara la mochila, por lo que podéis imaginar los sudores en el autobús que nos llevaba al avión. Una vez subido, ¡ropa fuera!



Zona centro y sur de Islandia

Día 1: Llegamos a Islandia a las 2 a.m y fuimos a coger el coche que teníamos reservado en Blue Car Rental, habíamos leído por varios blog que eran una de las compañías que menos problemas ponían al devolver el coche.

Alquilamos el coche durante los 6 días con un seguro con franquicia de 600€ pero no incluya el seguro SA (Sand and Ash protection) que amablemente te aconsejan si vas al Sur de la isla por 10€/día. Nos sorprendió que este seguro no estuviera incluido ya que cuando lo reservamos nos aseguramos de que todos los seguros recomendados estuvieran cubierto, por ello no cogimos este seguro adicional, a pesar de que pasaríamos por el sur.

Blue Car Rental: Kia Ceed durante 6 días por 670€

Después nos dirigimos a Reikiavik donde teníamos reservado las 2 tiendas de campaña (para 5 personas), colchones finos y un hornillo con el gas (super recomendado) por 272€ en total alquilados en la web: www.iceland-camping-equipment.com.


Entre una cosa y otra ya eran las 4 a.m y ya era de día, por lo que decidimos no dormir, y empezar nuestra aventura, así que nos dirigimos ya con nuestro coche completo, ya que no cabía ni un alfiler, hacia el Parque Nacional de Thingvellir. Una vez allí había un aparcamiento en el que teóricamente se pagaba, pero claro está que a las 5 de la mañana no era necesario. En este parque se puede apreciar la unión de las placas tectónicas americana y euroasíatica, incluso, hay una parte que va por debajo el agua que solo se puede ver haciendo submarinismo.


Öxarfárfoss


Hicimos el recorrido por los caminos, en ocasiones bajo la suave lluvia hasta llegar a la grieta en el suelo de color turquesa llamada Flosagjá y posteriormente a la Catarata de Öxarfárfoss que hay a unos 4 km de la entrada. Después volvimos por otro camino en el interior del parque con un paisaje verde en todo momento.




Después de la primera parada, en la que en todo momento estuvimos solos ante la naturaleza, pensando que no encontraríamos a nadie en la isla, nos dirigimos hacia el Geiser de Strokkur, donde aprovechamos primero para desayunar un bocadillo que llevábamos en nuestra comprimida maleta de mano. La zona de Geiser era una pasada, vapor de agua saliendo de agujeros, pero sobre todo había uno gigante que expulsaba el agua hirviendo cada cierto tiempo.

Geiser

De ahí, nos dirigimos a una cascada llamada Gullfoss, que tiene una caída de 32 metros. Entramos de nuevo en el coche y en ese momento, apreciamos que nuestros cuerpos necesitaban una minisiesta, y así fue, aparcados en una zona de estacionamiento, echamos una cabezadita en el coche.

Última caida de Gulfoss dónde no se puede apreciar el fondo


Nuestra siguiente parada fue una cascada llamada Seljalandfoss, un poco más al sur, de donde estábamos. La lluvia, empezaba a ser considerable, y los turistas ya habían despertado. Pese a esto, los 60 metros de cascada, la cual se puede rodear, valen la pena, aunque sea bajo la lluvia.

Skógafoss
Como no podía ser de otra manera, la siguiente parada volvía a ser otra cascada, esta llamada Skógafoss, y con otros 60 metros de caída. A llegar, y bajo la lluvía también pudimos ver en algún momento el arco iris debajo de la cascada (el arco iris iba a estar presente muchas más veces durante el viaje).

Después de algún que otro tentempié, y sobre las 15h, decidimos avanzar en nuestra ruta, claro está durmiendo siempre en el trayecto, excepto nuestro querido conductor Matias :), al cual estaremos eternamente agradecidos.

Columnas de basalto
Una vez en Dyrhólaey, pudimos apreciar desde las alturas toda la playa de arena negra que estaba a nuestros pies. Después retrocedimos por el mismo camino y un poco más al este, pudimos ver la columnas de basalto ancladas en otra playa de arena negra. Según lo que habíamos leído, en esta playa llamada Reynisfjara, suelen verse frailecillos, pero no fue así, por lo que lo único que pudimos ver fueron los huesos de uno que ya había pasado a mejor vida.

Se habían hecho las 18h ya y lo que necesitábamos era buscar un sitio donde dormir. Nos acercamos a Vik, donde preguntamos por el camping, nos hicimos con unas provisiones en un super y montamos las tiendas (claro esta que la primera vez iba a ser algo costoso) y estrenamos las cazuelas con el hornillo para hacer la mejor sopa que habíamos probado nunca (igual el hambre y el cansancio tuvieron que ver para que pensáramos esto). No encontramos a nadie en recepción, por lo que usamos las instalaciones y acampamos sin poder pagar.


Día 2: Nos levantamos a las 5 de la mañana, ya que a las 22h del día anterior ya estábamos acostados, y nos dio la sensación que no se había hecho oscuro. Esto es cierto, pudimos comprobar que, en agosto, se hace de noche a las 23:30 y amanece sobre las 3h.

Ese día no sabíamos que lo que nos espera era una auténtica excursión. Después de 2 horas aprox. en coche, llegamos a la entrada del Parque Natural de Skaftafell. Preguntamos por las actividades en las lenguas del glaciar, pero claro los precios, digamos que no eran muy competitivos, algo como 80 dólares 2 horas, por andar por el glaciar.

Desembocadura de la legua glaciar de Vatnajökull
La alternativa fue una ruta de montaña de unas 5 horas, por alrededor de las lenguas de hielo, que acabaron siendo 6 horas. A las 10, salíamos del parking abrigados y en los 150 primeros metros de desnivel tuvimos que arrancarnos las capas y dejar la manga corta. Después de una hora de subida, empezaba el fresquito, pero con la subida empezaban a sobrar algunas capas. Entre parada y parada llegamos a punto más alto de nuestro camino (había otra ruta que continuaba y que subía un poco más, pero claro, la imagen de un escalador en el mapa, no era buen augurio, así que decidimos no hacerlos los "sobraos" y empezar el descenso), habíamos ascendido casi 1000 metros por un sendero paralelo a la lengua del glaciar Vatnajökull. Durante el descenso, pasamos por algún riachuelo del cual pudimos beber agua muy muy fría. En la última parte de la ruta, llegamos hasta una cascada, que no tenía nada que envidiar al resto que ya habíamos visto hasta el momento. Es una excursión con desnivel, pero que con calma, se puede hacer en 6 horas, incluyendo paradas fotográficas (recomendado).

Lago Jökulsárlón

Después de recuperar fuerzas y sobre las 15h nos dirigimos al siguiente punto que era el lago Jökulsárlón (recomendado), donde se pueden apreciar un gran grupo de icebergs en medio de un lago que desemboca en el mar. Los trozos de hielo rondan a sus anchas a un ritmo lento, con un paisaje lleno de aves y alguna que otra foca. Lo más divertido, fue ver 3 guiris cogiendo un trozo de iceberg y metiendo lo en un vaso, para bebérselo con un liquido amarillo...



Desde aquí, tardamos una horita hasta el camping de Höfn, donde nos alojamos por unos 44 euros, ya que el de seguridad supuso que éramos 5 y no 4. Estábamos a punto de acostarnos y el segurata apareció preguntándonos por la etiqueta que no habíamos pagado... así que no quedo otra que abonar lo que nos pidió. Ese día cenamos una burguers en la gasolinera N1 que está frente el camping y que nos salieron bien de precio.


Zona este y norte de Islandia

Día 3: Hoy era el día que pasábamos del sureste al norte (evitando la zona noreste), por lo que tocaba pasar horas en nuestro querido coche, que al final del día tendía un color más negro que blanco.

Después de 25 km por una carretera sin asfaltar, llegamos a Selfoss y Dettifoss (recomendado pese a lo costoso que es llegar). Estas cascadas como podéis ver no tienen desperdicio. El parking esta cerca de una, y para llegar a la otra hay un camino un poco complicado con rocas en medio que no se hace largo (20 minutos) excepto si la lluvia empieza a ser considerable. Llegamos empapados, pero nada que no se solucione con la calefacción a tope durante otros 28km por camino de cabras.

Selfoss

Desde ahí, nos dirigimos hasta la zona de Hervir, que es un paisaje lunar de calderas y respiradores, en el que se puede apreciar un fuerte olor a azufre. Hay un recorrido por la zona, que debe dar una mejor vista de la zona.


Cerca del acceso a Hervir, hay un desvío hacia el cráter de Viti (dirección Krafla), que pasa por una central Geotérmica. En coche se puede acceder hasta el cráter, que está parcialmente lleno de agua.
Cráter de Viti
Desde aquí nos dirigimos hacia el lago Myvatn y hicimos las ascensión hasta un cráter que esta justo en frente del río y que ofrece una vista del cráter y del lago muy bonitas (recomendado). Antes de subir, nos bajamos del coche para poder apreciar el arco completo arco iris.


Queda muy cerca los Baños Naturales de Myvat. Nos acercamos principalmente para ver los precios reales, y para nuestra sorpresa el precio era 40 euros (50% para estudiantes) y decidimos no entrar, por dos motivos, el primero porque pensamos que con 1 hora de agua tendríamos más que suficiente, y no queríamos pagar tanto, y en segundo, porque nos quedaba un plan b, que eran unos baños termales gratuitos en Húsávik. Así que nos movimos para seguir con nuestro plan b. Una vez controlado el camping, conseguimos con las siguientes indicaciones llegar hasta lo que sería nuestra piscina privada natural:


"conducir por la calle principal de Húsávik dirección al camping, nada más pasar las piscinas municipales se gira a la izquierda y cuando se llega a una fábrica, hay que subir por la derecha cuesta arriba y otra vez a la derecha y a la izquierda"

No era más que una cuba de agua hirviendo de unos 10 metros de largo por 2 de ancho y con una mini bungalow que se utiliza de vestuario. Al fondo una paisaje que da al mar y donde se puede apreciar el atardecer. El agua debe estar a unos 40 o 45 grados, y la verdad que la experiencia fue super buena, claro está que todo es relativo en esta vida (recomendado). Uno de nuestros viajeros, de cuyo no nombre no recuerdo, después de unos 20 minutos en ese olla express, sufrio una bajada de tensión, eso sí, no fue más que un susto. Cuando nosotros nos empezamos a salir para ducharnos, empezó a llegar gente del pueblo, y al ver lo que sucedió, fueron super amables, poniendo una tambla en el suelo y dándonos agua fría. Dejamos una propina que se recomendaba de unos 2 euros, para el mantenimiento de ese espacio.
Baños termales de Húsávik

Llegamos al camping sobre las 21h y no había nadie en recepción, por lo que no pudimos efectuar el pago.


Día 4: Después de desayunar nuestras típicas galletas con nocilla y un zumo, todo comprado en el super, en el puerto de Húsávik pusimos rumbo a Godafoss, de nuevo otras cataratas. Pero por algún u otro motivo, al ver todas las fotos del viaje, la que más se repetía, era esta, por lo que hemos llegado a la conclusión, que es una de las más bonitas, quizá porqué fue de las pocas que vimos sin lluvia, quizá...


Siguiente parada una ciudad, la segunda más grande de Islandia, que no quiere decir, que sea una ciudad grande. Había bloques de pisos pero de no más de 4 plantas. Se respiraba tranquilidad en esa ciudad costera. Las calles principales mostraban sus casitas de colores vivo y diversos. Nos acercamos hasta la iglesia vikinga, construida en el 1940, como la mayoría de edificios de esa ciudad, y también hasta el jardín botánico. La visita duró entre dos o tres horas. Para aparcar en la zona del centro, es necesario pedir en la gasolinera un disco gratuito de estacionamiento para marcar la hora de estacionamiento. Dado que aparcamos en un centro comercial, a las afueras, ni lo usamos, pero siempre va bien saberlo.

De camino a la siguiente punto de interés, paramos con nuestro hornillo para comer un buen plato de arroz con tomate, y llenar los estómagos.

Ya en Hvammstangi, dimos un paseo por el pueblo, en realidad solo por la calle del puerto, para ver si conseguíamos ver focas. No hubo suerte. La visita fue rápida, parando en una tienda de souvenirs y de nuevo, partimos hacia nuestra siguiente parada.


Hraunfossar, son muchas cascadas que se encuentran situadas en una pared de agua y vegetación que caen en el río Hvítá. El camino actual de aproximadamente 10 minutos daba un pequeño paseo por la zona, donde se podía apreciar una zona de rápidos del mismo rió.


En ese momento, el siguiente objetivo fue pensar donde pasar la noche. Después de muchos quebraderos de cabeza decidimos llegar hasta la costa oeste, y dormir en el camping de Akranes

Nuestra entrada al camping fue sobre las 22h por lo que no había recepción. Pudimos ver la puesta de sol mientras cenábamos una sopita cocinada por nosotros mismos a una temperatura agradable de unos 9 o 11 grados.



Zona oeste

Día 5: Nos dirigimos a Reikiavik. Pese a que según el mapa parecía que estábamos cerca, dimos una vuelta de unos 30 minutos adicionales para evitar el peaje del túnel subterráneo que une ambas costas.

A las 8 de la mañana estábamos en el centro, aparcados y con ganas de visitar la ciudad. Dio la casualidad que era la fiesta del orgullo gay, por lo que el espectáculo estaba asegurado. Nos pasamos el día recorriendo las calles, desde la Iglesia Hallgrímskirkja, monumento a Leif Eriksson, que fue un explorador vikingo que descubrió América antes que Colón, pasando por el nuevo auditoría, por el paseo marítimo y por el lago Reikjavikurtjörn. Ese día, la mitad del equipo decidió comprar unas burguers para mantener la línea, y otros acabar con las provisiones de macarrones cocinando en medio de un parque en pleno centro, mientras la gente local, flipaba con vernos cocinar y comer. También se puede hacer un free tour, que empezamos pero por algún motivo no acabamos, ya que no era de nuestro interés. Vimos parte del desfile de carrozas con gente disfrazada e incluso pegamos una cabezadita en el césped.



Sobre las 18h decidimos salir del centro para acampar esa noche en algún sitio a las afueras, ya que los campings allí costaban 20 euros por persona. Después de muchas dudas acabamos dirigiéndonos hacia Keflavik, que es de donde partía nuestro vuelo a la mañana siguiente. Llegamos a Grindavik, donde dimos un paseo por la aldea y nos acercamos hasta la zona costera. Nos encontramos con un camping, última parada de muchos viajeros, en el que se deja comida, bombonas de gas u otras cosas (incluso vimos una tienda de campaña) que no se pueden embarcar en el avión, por lo que puede ser un buen inicio de partida para este viaje, llegar hasta este camping, que esta a medio hora del aeropuerto (recomendado hacer primera parada en este camping).


Día 6: Ese día lo dedicamos a ver el pueblo de Keflavik, dando un paseo por la zona costera y por la montaña que queda al oeste del pueblo, y sobre las 11 nos dirigimos al aeropuerto.

Barco anclado en el paseo de Keflavik

Devolvimos el coche, el cual habíamos limpiado un poco antes en una gasolinera de forma gratuita, y que ni si quiera miraron, por lo que pensamos que hicimos bien en no coger el seguro adicional. Habíamos comprado pan y algo de embutido, por lo que comimos dentro del aeropuerto y a las 22h estábamos de vuelta en Barcelona.

Después de hacer cuentas, el total de gastos del viaje entre coche, gasolina, comida, alquiler de tienda y minicolchones y otros, fue de unos 320 euros por persona.

Podemos describir el viaje con una temperatura en general buena, siempre entre los 6 y 13 grados, con lluvia en numerosas ocasiones, e increíble en sus paisajes, volcánicos, de hielo, y repleto de cascadas.

lunes, 29 de agosto de 2016

COSTA RICA (17 días) - Septiembre 16







Después de dos veranos seguidos en Ásia, hemos decidido cambio de continente, America central, Costa Rica, es el destino elegido, para agosto de 2015, principalmente por cambiar y por recomendación de algún conocido. Encontramos un vuelo con escala en Miami de 2 horas tanto para la idea como para la vuelta, por 840 euros en el mes de marzo (es la primera vez que planificamos con tanta antelación, y al final, no sirvió de nada). Un cambio de trabajo, provocó que nuestras vacaciones se fueran al mes de septiembre. American Airlines, que era la compañía que teníamos la reserva, nos permitió cambiar los billetes por 50 euros de comisión, y en el mes de julio, efectuamos el cambio, pagando el mismo precio por el vuelo, más dicha penalización. Una vez atado el vuelo, solo nos quedaba por planificar nuestros 15 días en Centroamérica.

Preparativos:
Nuestra maleta normalmente suele pesar entre 6 y 8 kg, pero como en este viaje, teníamos pensado alquilar un coche, nos echamos algún kg de más, ya que lo normal no iba ser andar cargados. Iréis viendo, que nada de lo planeado acaba siendo la realidad... Costa Rica se caracteriza por ser un país sin ejercito, verde y con mucha fauna y vegetación y por tener una red de carreteras un tanto precaria, además de tener una red de transporte público bastante descuidada... que finalmente acabamos comprobando. Como siempre, imprescindible el saco,  el impermeable, y la riñorera interior, para llevar dinero, pasaporte y móvil siempre encima. Igual que en Vietnam y a diferencia de la India, no es necesario papel higiénico ni jabón de manos.


Barcelona - San José

Día 1 (3 de septiembre): Despegamos de Barcelona a las 12h del medio día, con una escala de 1h 40 minutos en Miami, que con la broma del transfer que no es directo (te hacen salir y volver a entrar) casi perdemos el vuelo. En tres horas más, nos plantamos en San José,  19h horas local. Allí nos esperaba Lili, una chica que no conocíamos y que habíamos contactado con ella a través un compañero de trabajo, que había compartido piso con ella en Costa Rica. Lili es una chica costarricense que fue la amabilidad en persona, nos ofreció su casa para el primer y último día, ya que vive en el centro de San José.
Prime cena con Lili y su compañero de piso
Nos recogió en el aeropuerto con una pancarta con mi nombre, que me hizo muchísima ilusión y nos llevo una calle más allá del aeropuerto para coger un autobús. 5 o 6 paradas después nos bajamos y nos dijo que lo más seguro era coger un taxi, ya que era de noche y llevaba el portátil de su trabajo (cosa que nos nos acabó de dar mucha seguridad... no por ella, sino por la ciudad).
No nos dejo pagar el bus, ni el taxi, que en total fueron aproximadamente 5 euros, por lo que la obligamos a ir a cenar, para así invitarla. Una vez instalados en su piso, salimos a cenar cerca de su casa con ella y su compañero de piso Colombiano, muy agradables los dos en un baretos donde nos tomamos nuestros primero jugos de fruta, sin pensar en si eran con agua de botella (en Costa Rica no os preocupéis por beber con hielos o jugos con agua). Después de cenar, intentamos conciliar el sueño, aunque a las 5 de la mañana no había quién durmiera más por culpa del Jet Lack.


San José - Volcan Arenal

Día 2: Nos levantamos prontito, y salimos a las 8 a alquilar nuestro coche, un Suzuki Jimmy que era el más económico y a su vez un 4x4 que nos costo aproximadamente 850 euros (lo más caro con diferencia de todo el viaje).

Ya con el coche, nos dirigimos hacía La Fortuna, donde se encuentra el Volcan Arenal, sin moneda local, ya que no había ningún banco abierto. En un peaje, nos dejaron pasar, ya que no se podía pagar con tarjeta. Después de comprobar el estado de las carreteras que en ningún momento eran rectas, llegamos a nuestro destino, alojándonos en la afuera del pueblo, en una habitación decente por aproximadamente 20 dólares (que es el precio standard por una habitación normal con baño y aire acondicionado por todo costa rica, excepto en Corcovado).

Termas de los pobres
Volcán Arenal - La Fortuna

Una vez allí, nos fuimos a subir el Volcán Arenal, en una excursión de aproximadamente 3 horas en el que se paga una entrada al parque, donde vimos algún animal en plena naturaleza y el volcán de cerca. Volviendo por la carreta, paramos en una termas, que las llaman termas de los pobres, que son gratuitas, y en las que te puedes bañar con agua caliente que baja por el riachuelo, que proviene del volcán (recomendable). Después la lluvia, hizo que nos fuéramos a refugiar a nuestro hotel, donde nos relajamos y nos preparamos una fabulosa cena por 4 dólares cada uno.




Volcan Arenal - Río Celeste - Monteverde

Día 3: Volvimos a madrugar de nuevo, por lo que a las 7a.m. partimos dirección Rio Celeste. Hay un momento en el que la carretera se vuelve de piedras y así se debe seguir durante 1 hora aproximadamente.

Una vez allí pagamos la entrada del parque hicimos el recorrido habitual estipulando viendo lo curioso que es el nacimiento de este río de agua azul celeste.

Después de la visita, nos dijeron que nos podíamos bañar en el río un poco más abajo, pero dado que había corriente, no tuvimos más valor que meter solo medio cuerpo cerca de la orilla.



De nuevo otra horita de camino de piedras hasta salir a una carretera asfaltada hasta acabar subiendo unas montañas increíbles mientras anochecía hasta llegar a Monteverde. Allí buscamos un hostel, donde poder alojarnos dos días por un módico precios. Monteverde es pequeño y turístico, por lo que por la noche, se puede salir tranquilamente, pero esto NO ES ASÍ en todo el país. En el blackpeppers de monteverde, donde nos alojamos por 18 dólares 2 noches con desayuno incluido, decidimos reservar el Canoppy que incluía el salto de tarzán, ya que el hombre, nos pareció de confianza y nos dejo buen precio. Después de una cena de comida tipíca (que incluia también arroz y frijoles, como de costumbre) nos fuimos a la cama a descansar.



Día 4: Después de desayunar nos fuimos directos al parque natural y estuvimos paseando por sus caminos viendo o al menos intentando ver animales.
Poco más de alguna serpiente gracias a algún guía que las tenía localizadas. A las 11h un bus nos recogió en el hostel y nos llevo al canopy, que fue una experiencia muy divertida en medio de la selva, sobre todo impresionante por el salto de tarzán, que es un salto al vació de 40 metros con un rebote que provoca diversos saltos como si fueras tarzán con una liana. Ya por la tarde, nos dimos un paseo por Monteverde, que es un pueblo de montaña con 4 calles asfaltadas, cenamos en el mismo sitio que el día anterior donde Rubén probó un coctel con huevo de tortuga que aumenta la fertilidad (según nos contó el hombre que regentaba el bar donde cenamos ambos días).


Monteverde - Tárcoles - Uvita

Día 5: Repetimos la fruta de varios tipos durante el desayuno y partimos en dirección al sur por la costa. Paramos en Tárcoles, para ver los cocodrilos, y en Playa mantas y playa blanca según nos recomendó Lili. Las playas eran de arena blanca, pese a que el agua no era del todo cristalina.

 La verdad es que estuvimos tranquilos en esa zona. Una vez, paramos a comer seguimos en dirección Uvita, que es donde habíamos reservado la habitación a través de Airbnb. Hicimos la peor parada que nos podíamos imaginar, en Parrita, un pequeño pueblecito, donde compramos algunas provisiones y sacamos dinero, y justo al volver al coche vimos que no habían maletas... el maletero estaba vacío, y bueno, podéis imaginar el percal, vaya una lluvia suave pero que dejaba nuestros pensamientos muy confusos y oscuros... pero que solo se sienten si te pasa algo similar... toda la ropa, neceser, medicinas, toallas, un saco de dormir, ropa interior... mejor paramos... jejeeje. Después de poner una denuncia, intentar que nos cubriera algo el seguro sin solución y sin gafas, tuvimos que replantear el viaje, lo primero eran lentillas y cepillos de dientes y llegar al destino, pese a que era tarde y teníamos el miedo y la rabia metidas en el cuerpo. Una vez allí, la compasión de la mujer que regentaba la casa, no fue tampoco nada más allá, pero lo gracioso era que teníamos que agradecer que aun estamos vivos y no fue un atraco en persona... increíble! Esa noche, dormir, fue complicado... pero teníamos que intentar dormir, despejar la mente y intentar disfrutar los 10 días que faltaban...

Día 6: Nos levantamos y por una casualidad, en esa misma casa, había un chico que iba a hacer un tour para ver ballenas y nos pidió que lo lleváramos en coche. Después de que llegaran los guías, conseguimos entrar en el mismo bote y vimos varias ballenas y un ballenato muy cerca del barco, jugueteando. Fue un tour muy completo, ya que nos dejaron bañarnos cerca de una islita, donde pudimos escuchar debajo del agua el chillido de las ballenas.



A la vuelta, el chico no tuvo que pagar nada, así que nos fuimos de vuelta con él. Nadie nos pidió los 40 dólares de tour, como si el Karma nos tratara de devolver lo que habíamos perdido el día anterior... pero creernos que no compensa.
El planteamiento fue el siguiente, comprar algo de ropa de segunda mano para pasar los 10 días restantes, y comprar una maleta, ya que teníamos una que llevábamos encima cuando nos abrieron el coche. Nuestro equipaje se limitó a una mochila de 25 litros, un saco de dormir, un chubasquero, el bañador y 3 camisetas y un pantalón... increíble verdad? Pues con eso pasamos lo que quedaba de viaje, por lo que la conclusión para nosotros fue que de todo lo que te pase se puede aprender!

El atardecer por Uvita con la playa que tiene forma de ballena, y que el mar se abre a cada lado cuando baja la marea pudiendo llegar a punta Uvita, fue un paseo muy agradable. Por la noche compramos algo en el super para cenar en casa y intentamos conciliar el sueño, al menos, algo más que el día anterior.





Uvita - Corcovado

Día 7: Salimos de Uvita camino de Corcovado, después de un par de horas llegamos a un pueblecito llamado Sierpe, donde dejaríamos el coche, y continuaríamos en barco hasta Bahía de Drake, donde nos alojaríamos las 3 siguientes noches en un hostal de dos españoles, que pasan cada uno, una mitad del año trabajando allí. Miguel, no fue que digamos muy amable durante esos días, de hecho, solo lo vimos un día. En cambio el resto de trabajadores fueron muy amables incluso secándonos la ropa en una secadora ya que el tiempo no fue del todo soleado. Corcovado es la parte más protegida de Costa Rica y donde más complicado es acceder (es obligatorio entrar con Guía al parque). Por todo ello, los precios en la zona son desorbitados. La habitación con baño compartido era 40 dólares, el tour de snorkel costaba 80 dólares y el de un día en el parque natural 90 dólares. Nosotros no decidimos por el del parque natural, ya que es único, y por una ruta por la costa, desde un punto que nos llevaron en quad. Ese día cenamos algo y estuvimos en el hall del hostal, muy acogedor, pero debido a la lejanía de la playa y zona de restaurantes (había 4 en total) dependías de que te acercaran en coche y eso te limitaba las comidas, cenas y tours. Ese día, cenamos en la zona de la playa, a unos precios más razonables.

Día 8: Amanecía nublado, que para ver el Parque Natural de Corcovado nos servia. Después de un madrugón (6 a.m.) nos llevaron en barco hasta una playa en medio del parque. Allí pasamos 3 horas con un guía muy majo viendo animales de todo tipo, desde búhos, pájaros carpinteros y osos hormigueros, hasta serpientes, arañas y un danta dormido cerca de una charca. Valió mucho la pena el tour, pero es cierto, que el precio es elevado, además de los 5 euros adicionales por persona por pagar con tarjeta.
La tarde la pasamos por la playa y acabamos cenando por la zona también, para llegar al hotel pronto, y descansar, ya que el madrugón fue considerable.





Día 9: Nos queda un día entero, y el buen trato de la gente del hotel, fue lo que hizo más amena la estancia. Nos vino a buscar unos de los cocineros en quad para llevarnos al rincón de San Josecito. Allí estábamos solos en las playa y hacia un sol radiante.


La caminata duraba una 3 horas, pero entre chapuzón y descansos, nos fuimos a casi 5 horas, pero, siempre hay un pero, cuando quizá quedaba 1 tercio del recorrido, empezó la lluvia, que se convirtió en chubasco...  y el chubasquero no fue suficiente, por lo que el bañador y las chanclas mojadas no ayudaban el camino de barro... De todas formas, la camita mereció la pena.

De nuevo la tarde tranquila por la bahía de Drake una cena tranquila y a horas de merienda y relajarnos en el hall jugando a cartas y charlando con el algunos de los viajeros fue entretenido.




Corcovado - San José

Día 10: Bien pronto, nos despertamos para coger el barco, que salía dos veces al día de Drake para volver a Sierpe. En ese camino de vuelta, decidimos que íbamos a devolver el coche, con suerte, recuperaríamos parte de dinero, y acabaríamos el viaje más tranquilos, con menos preocupación y en transporte público. De Sierpe nos dirigimos hacia San José, parando por la comisaría de Quepos, por si había noticias de nuestras maletas desaparecidas... pero no hubo esa suerte. Llegamos a San José a medio día y devolvimos el coche sin problema, nos abonaron la diferencia y nos dijeron que nos habían dicho que no dejáramos nada a la vista, pero claro, el maletero del coche estaba a la vista, por lo que todo era contradictorio. Desde la lejanía nuestro consejo es: Siempre alguien tiene que vigilar el coche y por la noche, no salir si no es necesario. De nuevo nos recalcaron que estamos bien, y que si solo habían sido cosas materiales habíamos tenido suerte, porque probablemente alguien nos seguía y esperaba que nos despistáramos.
Lili, nos dejo alojarnos en su casa de nuevo, es un ángel, nos dio hasta repelente que ella no usaba y nos acompaño esa tarde cuando acabo el trabajo. Mientras tanto, aprovechamos para dar una vuelta por San José centro y comprar algo de ropa interior, que íbamos escasos... El centro de San José no tiene nada que visitar, pero es curioso, había policía por todas las calles y mucha gente en la calle. Supongo que por lo que nos había pasado, no nos sentíamos seguros en ninguna parte. Una cena en casa con nuestra super acogedora anfitriona y después de una risas a la cama.


San José - Tortuguero

Día 11: Nos dirigimos a la estación de autobuses en un taxi, ya que así nos lo recomendaron. Los taxis son muy baratos y hay zonas por las que mejor no pasar caminando. De allí cogimos un autobús en la terminal Los Caribeños hasta Canari, donde enlazamos fácilmente, con otro autobús hasta la Pavona para después coger una lancha hasta Tortuguero, el viaje nos costó aproximadamente 9 dólares por persona. Sobre las 13h llegamos a Tortuguero y buscamos un hostel económico dónde pasar aquella noche. Por la tarde nos dimos un paseo por el pueblo y playa caribeña y entramos en el parque natural. En un principio había que pagar entrada, pero dado que eran las 17h probamos suerte y no nos pidieron nada... en sí no vimos ningún animal y estaba todo embarrado por lo que la visita no fue muy amena. Después contratos un tour nocturno de tortugas, para ver como desovaban. Cenamos en puesto de la calle y a las 22h estábamos en el punto de encuentro. Nos pareció una turista enorme, ya que había muchos grupo de gente, que iban de un lado a otro hasta que los rastreadores les indicaban donde se encontraba alguna tortuga que había empezado a desovar y por tanto, ya estaba en trance y no se asustaría al vernos. De modo que nos llevaron hasta una, pero algo la debió molestar y se fuer al mar después de hacer el agujero en la arena. Después indignado por haber pagado y quejarnos, nos llevaron a otra donde vimos como dejaban los huevos en la arena y luego los tapaba y se iba. El guía me dejó incluso acarrear la tortuga cuando volvía al agua. La experiencia es increíble, pero creemos que si se molesta a las tortugas a costa de ganar mucho dinero, que realmente no se ve invertido aparentemente en ningún lado de la zona. El día había sido largo y dormimos como la seda.





Tortuguero - Puerto Viejo

Día 12: Madrugón de nuevo, ya que había pocas lanchas de vuelta. Al llegar a la Pavona, cogimos un autobús que nos llevo hasta Guaipes y allí enlazamos con otro que nos llevo hasta Limón, que por lo que nos habían contado era la zona más peligrosa y conflictiva, claro esta que, a pleno día y cruzando 4 calles de una estación de autobús a otra, no iba a suceder nada peligroso, y así fue. Esperamos 15 minutos más hasta el siguiente y definitivo autobús que nos llevó hasta Puerto Viejo de Talamanca. El viaje nos costó aproximadamente 12 dólares. A las 12:30h llegamos a nuestro destino, un poco antes de entrar al pueblo, había un caminito frente a la playa negra y en dirección a la montaña que nos llevaría hasta casa de Alex y Yanira, donde aprenderíamos lo que significaba realmente PURA VIDA, y lo que es la esencia caribeña y el relax, compartiendo con ellos mucho tiempo (recomendado). La casa tenía varias habitaciones, una entrada con una mesa y unas hamacas y nuestra habitación era sencilla y tenía cocina. Llegábamos muy cansados mentalmente por todo lo acontecido en días anteriores, y sin que nada nos hubiera transmitido la esencia real de Costa Rica, pero Puerto Viejo lo cambio todo. Nuestra filosofía paso de querer ver lo máximo, a disfrutar del detalle más pequeño. El recibimiento fue un batido o de fruta o una pipa (un coco verde de agua dulce). Esa tarde, nos paseamos por las playas y por el pueblo acabando cenando por la zona donde todos los restaurantes tenían precios elevados.

Día 13: Amanecía lloviendo y ese día decidimos ir al Jaguar Rescue Center, ya que nos lo habían recomendado y se pueden ver algunos animales que se han van encontrando heridos o que tienen que rescatar por algún motivo. La visita se paga, pero te haces un poco a la idea del trabajo que llevan a cabo. Después de comer algo y en vista del mal tiempo, estuvimos por la tarde en las hamacas, tomando algún batido de frutas con Alex y Janira. Cenamos algo que cocinamos en la misma habitación y alargamos la jornada de chachara con nuestros anfitriones y jugando a las cartas.

Perezosos en recuperación en Jaguar Rescue Center


Cahuita

Día 14: Nos levantamos y fuimos en autobús, cuyo precio ridículo, a ver el parque nacional de Cahuita. Al llegar al pueblo de Cahuita, estuvimos viendo una exhibición muy divertida de bailes escolares con tamborileadas y trompetas. Después nos adentramos al Parque por la entrada de Cahuita, ya que solo se pagaba la voluntad, en cambio por la otra entrada hay un pago mínimo obligatorio. Hicimos todo el recorrido entre arboles y playas a cada uno de los lados. Tener en cuenta que hay un punto central que se cierra a las 14h por lo que un guardia nos iba siguiendo por el camino de vuelta. Salimos por el otro lado del parque y cogimos el autobús en medio de la nada, que tardó como 35 minutos en pasar. De nuevo repetimos la tarde en nuestro hall con nuestro anfitriones sus batidos. Nos enseñaron unos osos perezosos, una planta de cacao y nos tomamos algún que otro chupito para el relax total. Fue la verdad muy divertido, siempre sonando de fondo alguna canción de Reggea.

Parque Cahuita
Puerto Viejo - San José

Día 15: Ese día teníamos pensado volver a casa, ya que no había mucho más que ver por la zona, pero Alex, nos dijo que el agua se había aclarado y podía ser que al día siguiente el snorkel se pudiera practicar, así que de perdido al río, y nos quedamos una noche más. Ese día fue totalmente de relax. Dimos algún que otro paseo por la zona y además celebraban una fiesta en el pueblo con un desfile de disfraces. Cenamos algo por el pueblo y nos volvimos, siempre pasando por las hamacas un rato, para relajarnos más, si es que aún se podía.


Día 16: Cuando nos levantamos a las 9h, Alex ya había ido hasta Manzanillo para ver que evidentemente SÍ podíamos hacer el snorkel. La excursión nos costó 35 dólares, pero vimos peces de todos los colores posibles, una ralla, una tortuga pequeña y algún que otro animal más, entre el coral caribeño de la zona. Cuando levantamos la cabeza estábamos a cientos de metros de la orilla, por donde habíamos entrado. Nos quitamos la espinita de quedarnos con las ganas y superó con creces nuestras expectativas (recomendado).
Comimos algo rápido en el pueblo como de costumbre, acompañado de un jugo de frutas y nos despedimos de Alex y Yanira agradeciéndoles todo lo que nos habían enseñado y compartido y además nos regalaron una bolsa de mamones chinos (una fruta muy dulce roja y que dentro parece un huevo blando). Tomamos el bus que nos costó aproximadamente 15 dólares sobre las 16h que llegaba directo a las 21h a la estación de San José, donde tomamos un taxi de nuevo para llegar a nuestra tan visitada casa de Lili. Ese día, salimos a cenar por ahí, con Lili y 2 de sus compañeros de piso, tomando cervezas y pasándolo muy bien con ellos. Sí, efectivamente había llegado el fin de la aventura... pero que aventura... una que jamás olvidaríamos...


San José - Barcelona

Día 17: Nos levantamos algo más tarde que de costumbre, sobre las 8. Nuestro vuelo salía a las 12h y nuestra amiga y compañera Lili insistió en acompañarnos hasta el autobús que nos llevaría al aeropuerto. Antes de subir al autobús nos despedimos de ella, dándole las gracias por todo lo que había hecho por nosotros, sin ni si quiera conocernos.




















sábado, 9 de agosto de 2014

VIETNAM Y CAMBOYA (18 días) - Agosto 16

Entre nuestros destinos de ese verano se encontraban, Indonesia y Vietnam.... sinceramente, nos decantamos por Vietnam, simplemente, porque las fechas de los vuelos, escalas y precios éran más favorables, por lo que decidimos posponer nuestra visita a Indonesia, algunos años... Finalmente el vuelo comprado fue desde el día 15 de agosto al día 3 de septiembre, con escalas de  2 y 4 horas en el aeropuerto de Moscú con Airflot, por aproximadamente 700 euros.

Preparativos:
Nuestra maleta iba cargada con las mismas cosas que para la India, aproximadamente un 10% de nuestro peso, es decir, entre 6 y 7 kgs. Llevamos jabón, para lavar, pero recomendar llevar la ropa sucia a las lavanderías ya que es muy económico, y hay en todas las ciudades. Siempre llevamos el saco, ya que nunca se sabe donde puede uno dormir, cuando intenta pagar poco :-), el impermeable, a poder ser de buena calidad. Siempre hemos llevado calzado cerrado a todos los viajes, pese que en este, reconocemos haberlo llevado siempre colgado en la mochila, excepto en Sapa y la riñorera interior, para llevar todo con nosotros cada día. Si bien es cierto, en este viaje, no se necesita papel higiénico ni jabón de manos, ya que suele haber en el 95% de los sitios.


Barcelona - Ho Chi Minh

Día 1 (15 de agosto): Nuestro vuelo sale a las 10am de Barcelona y llegamos después de un largo viaje a nuestra escala: Moscú con media hora de retraso, menos mal que sólo son 2 horas de espera.
Después de unas 9 horas desde que salimos de Barcelona, llegamos a Ho Chi Minh City. Allí cogimos un taxi que nos llevo a casa de Sam, un chico vietnamita que habíamos encontramos por Couchsurfing para vivir la experiencia cultural desde dentro. El taxi nos costó 380.000 dongs hasta su casa que estaba en distrito 2.
La verdad que la casa era muy sencilla y la cama era como una piedra, una habitación individual y una ducha por la que dejamos una voluntad de 5 dólares y así ayudábamos a su familia que fue muy agradable con nosotros.
Una vez dejamos nuestras mochilas nos fuimos al centro en bus local (como nos explicó Sam), y en el bus conocimos a un chico super majo que nos indicó cual era el momento de bajar del bus. La verdad que allí no hay quien se entere de las paradas y la tampoco coincidimos coincidimos con muchos vietnamitas que supieran inglés.
Nuestra primera parada fue Than Market y cerca de allí estuvimos buscando agencias para hacer la ruta por el sur y llegar así a Camboya. Finalmente encontramos una agencia que por 50 euros por persona nos llevaba hasta Camboya en un bote sin tener que coger bus (o eso nos dijeron...).
Fuimos a comer a un restaurante bastante caro lleno de guiris llamado Vietcuisine por 360.000 dongs. Después fuimos a hacer la ruta a pie por la ciudad y acabamos pillando el último bus que nos llevaba hasta el distrito 2.
En el bus empezamos a notar las consecuencias del Jet Lack quedándonos dormidos, pero por suerte no nos pasamos la parada. Finalmente nos bajamos en la parada y fuimos a casa de Sam con la intención de cenar nuestro bocadillo de España y dormir pronto. Cuando llegamos Sam nos dijo de hacer una inspección de la zona con una pareja Canadiense muy molona que habían estado viajando durante 6 meses y haciendo Couchsurfing por la India.
Fuimos a un restaurante vegetariano que olía a gato y con comida baratísima, ellos comieron allí mientras nosotros comimos nuestros bocadillos, los últimos por un largo tiempo.
Nos despedimos y fuimos a casa a ducharnos y dormir.
Un largo día para ser el primero...



Ho Chi Minh - Mekong Delta

Día 2: Nos levantamos a las 7 a.m para llegar a la agencia cerca del Ben Market a las 8 a.m, ya que a pesar de que nos nos gusta hacer actividades y tour turísticos si no tienes mucho tiempo en Vietnam no puedes recorrer parte del país sin contratar una agencia...
Fuimos en 2 motos, nos llevó Sam y un taxi-moto que nos cobró 60.000 dongs. En la agencia cogimos un tour que nos llevaba directos a Cambodia. 

El autocar era cómodo con aire-acondicionado y conocimos a nuestro guía: La primera parada fueron unos templos budistas que estaban a 2 horas de Ho Chi Minh, después fuimos al puerto donde cogimos un barco. En la primera isla nos explicaron como hacían tabletas y golosinas con coco, y después nos dieron una vuelta en burro. En una siguiente isla nos dieron de comer arroz, rollitos, judía verde y sopa, además en la misma isla vimos como daban de comer a unos cocodrilos. En la siguiente isla nos dieron un te con miel, y nos dejaron coger un panal de abejas, para nosotros era la isla de las abejas (yo tengo pánico a la abejas pero actuaban como moscas ante los humanos). En la misma isla nos dejaron coger una serpiente, hacernos fotos con ella y nos dieron un paseo en una barca pequeña (como una canoa) y nos dejaron un sombrero típico vietnamita para el recorrido. Al bajar nos dieron a probar fruta y una familia nos cantó unas canciones vietnamitas. Después seguimos en bus hasta Can Tho donde nos dieron una habitación normalita, que nos pareció un lujo, después del día anterior. Salimos a cenar por el paseo a un restaurante cerca de Mekong donde cenamos 2 platos, un postre y una birras vietnamitas por 140 dongs. Después de dar un paseo y comprar unos souvenirs cerca del rio nos fuimos a dar una ducha y a descansar al hotel... otro día duro.


Ho Chi Minh - Mekong Delta

Día 3: Nos levantamos a las 5:30 a.m ya que habíamos quedado a las 6 a.m con el guía para desayunar antes de ir al mercado flotante (recomendado).  Después fuimos a la fabrica de noodles donde vimos como fabricaban los noodles, y donde podías probar la especialidad de la casa: Ratas a la parrilla.  Un rato más tarde nos llevaron a comer a un sitio cerca del centro por 189.000 dong bastante mal. Subidos de nuevo al bus, después de 4 horas, llegamos a los templos budistas de Chau Doc (recomendado). Cerca de allí nos instalamos, y paseando vimos una agencia donde nos atendió una mujer muy maja que nos recomendó de ir a Phu Quoc y a una isla de Camboya llamada Roc Pho, la agencia se llama Mekong ChauDoc Travel. En la misma agencia alquilamos unos taxi-motos que nos llevaron a ver unas magnificas vistas y el atardecer a una montaña cercana(recomendado). Cenamos en Cafe pho por 154.000 dong unas mini pizzas y paseamos hasta el hotel.

Templos de Chau Doc


Phonem Phen - Sihanoukville

Día 4: a las 5:20 a.m de nuevo en pie, tras desayunar un zumo recién exprimido y un bocadillo en el hotel, nos pusimos rumbo al puerto con un taxi que incluía la excursión. Allí nos dieron a rellenar los papeles del visado y nos llevaron a ver una fish-farm con un olor terrible en el que puedes ver peces volviéndose locos por pienso. Después nos llevaron en barco a ver un pueblo budista en el que puedes acceder por "mar" o por carretera. Cuando volvimos al barco ya teníamos el equipaje cargado y en tres horas nos plantamos en la frontera, pagamos y de nuevo 10 minutos más en barco hasta pasar la frontera. Una vez en Camboya nos suben en un bus, aunque teníamos contratado un barco más rápido que nunca apareció.  Al llegar a la agencia en Phonem Phen (Camboya) reclamamos que no habían cumplido con lo pactado y nos devolvieron las 10$, pero como teníamos que contratar un bus hacia Sihanoukville, nos dan el tíquet gratis. El bus salía en 15 min, así que nos llevaron en tuk tuk, compramos provisiones en un super y nos subimos a las 14:30. A las 20h nos plantamos en Sihanoukville. Al bajar del bus dos chicos que estaban viajando solos nos comentan si queríamos compartir tuktuk hasta la playa de serendipity, nos acabamos alojando los 4 en una habitación compartida de más de 8 personas en un hostel por 5$ por persona.
Es una zona muy turística y muy europea donde puedes salir de fiesta y comer sin darte cuenta que estas en Camboya. La noche fue movidita ya que unos irlandeses no pararon de encender y gritar durante la noche, cosas del alcohol...



Sihanoukville - Koh Rong

Dia 5: el despertador suena a las 6:40 para hacer el check out a las 7.
Fuimos a sacar dinero al ATM ya que como habíamos leído en la isla no hay cajeros, aprovechamos para comprar un sleeping bus hacia Siem Riep para 2 días después. Llegamos al barco y salimos a las 8 hacía la isla Koh Rong.
La isla Koh Rong, es una pequeña isla cerca de Tailandia que comparte la belleza de sus aguas. Esta dividida por los locales que son los que siempre han vivido allí y los occidentales que han montado sus bungalows, bares, restaurantes… es una isla muy bonita pero sería mucho mejor si no estuviera tan masificada de bares y restaurantes. A partir de las 23h no hay electricidad en toda la isla.

Cuando llegamos allí miramos varios alojamientos y finalmente decidimos quedarnos en una Guesthouse llamada Hain Hain por 5$, una habitación sencilla y limpia en la casa de unos camboyanos. Nos pusimos nuestros trajes de baño, comimos en un delicioso restaurante llamado Brothers y nos adentramos en la selva durante 1 hora hacia la mejor playa de la isla, la long beach. El camino está indicado pero es pura selva por lo que cualquier cosa te puede aparecer. Después de duros caminos y sudores llegamos a una playa de arena blanca y agua cristalina de unos 7 km. (recomedado). Allí estuvimos hasta las 6 ya que queríamos ver el atardecer, cuando quisimos volver como ya era de noche, nos llevaron en en barco por 4$. Llegamos para las 7, nos duchamos y nos fuimos a un chiringuito de la playa donde cenamos por 7$. Sobre las 11 nos fuimos al guesthouse ya que estábamos muy cansados.

Aguas cristalinas en la Playa de Long Beach


Koh Rong - Siem Riep

Día 6: Por fin, un día sin madrugar!! nos despertamos sobre las 8 pero uf, llovía. No tenia pinta de parar así que hicimos el check out y desayunamos unas crepes de banana y chocolate por 5$. Decimos coger el barco de las 12 p.m de vuelta ya que una isla así con lluvia no tienes mucho que hacer. Cogimos las maletas y de nuevo a Sihanoukville. Comimos en la un restaurante llamado Nice Foods 2 burguers, 2 birras y unas patatas fritas por 5,5$. Después dimos un paseo por las calles y hasta el final de la playa para volver a un bar de la zona a tomarnos unos batidos y nos preparamos para coger el bus a Siem Riep.
Llegó el momento, nos recogieron y después de la experiencia en el sleeping bus de la India nos temíamos lo peor... pero totalmente equivocados el bus fue muy limpio y cómodo con wifi con aire acondicionado con enchufes con sabanas y almohadas.... y de repente nos cambian de sitio y nos ponen en la litera de abajo, un compartimento más pequeño con el aire más suave, sin wifi, donde olía mucho a gasolina. Nos fuimos a quejar y después de estar media hora riéndose de nosotros con ambientador y otras soluciones pésimas se dignaron a bajarse del autobús y poner una bolsa como filtro justo al lado de lo que era nuestra cama. A partir de ahí el olor se reduce e intentamos dormir... después de mil paradas llegamos a las 8 de la mañana a Siem Riep.



Siem Riep - Templos Angkor

Templo de Angkor What
Día 7: En el trayecto estuvimos mirando opciones de alojamiento y finalmente nos decidimos por Angkor Park Guesthouse (10$ sin a.c.) donde conseguimos un tuk tuk que nos llevaba por 2$. Él mismo, al llegar a la guesthouse nos ofreció la ruta por los templos de Angkor durante todo el día por 12$, por lo que aprovechamos la oferta. Nos pegamos una ducha, dejamos ropa para lavar en una "lavandería" y nos dirigimos a los templos. Una vez allí, compramos el tíquet de un día por 20$ cada uno y empezamos por Angkor Wat y el resto de templos cercanos. Paramos a comer en un sitio en medio de los templos con precio desorvitado, por lo que regateamos hasta que nos dejaron los platos a 2$. Total de la comida 6,5$. Por la tarde seguimos con mas templos y buscando a nuestro tuk tuk que parecía que se iba escondiendo (iba buscando sombras para descansar el pobre). A las 16h subimos a un templo en una montaña con la intención de ver el atardecer, pero dado que había nubes decidimos volver al hotel sobre las 17h. De camino al hotel, del mismo modo que nos pasó en la India, el conductor del tuk tuk nos iba diciendo si queríamos visitar algunas tiendas, como sabíamos nosotros que si entrábamos el cobraría una parte por llevar a gente a la tiendas aunque no compraran le hicimos el favor de entrar a algunas tiendas.
Quedamos con él para que nos llevara al día siguiente al aeropuerto por 4$, entramos al hotel nos duchamos y después de caminar por todas las calles en busca de comida buena y barata encontramos un restaurante llamado HotStone donde puedes hacerte tu propia carne y hay ensaladas buenísimas por muy buen precio. Cenamos por 11,5$ con postre y todo.




Siem Riep - Hanoi

Día 8: Nos levantamos, desayunamos, fuimos a por la ropa limpia y reservamos una guesthouse para la noche en Hanoi, aprovechando que el hotel tenia ordenador con internet. Después del checkout salimos hacia el Old Market a pasear. Compramos algunos detallitos para la familia y amigos. Sobre las 13h comimos en Coctel Home por 8$ una burguer, un set de 3 platos, un postre y una cervezas.
Por la tarde acabamos el paseo y nos volvemos a la Guesthouse donde habíamos quedado con nuestro amigo del tuktuk. Volamos con Vietnam Airlines y nos dieron cena en un vuelo de 1 hora y media. A las 20h estábamos en Hanoi. Al salir del aeropuerto vimos a una pareja y nos acoplamos en su taxi, es la mejor opción para ahorrarte unos dinerillos. Resulto eran también de Barcelona. Nos costó unos 350 mil dongs entre todos (aprox. 6€ por pareja). Las agencias al llegar estaban cerradas por lo que fuimos hacia el sitio reservado. La primera vez que reservamos el hotel y resulta que al llegar nos dicen que la reserva del mismo día no era valida por booking y que estaban llenos. Así que nos llevan a otro hotel algo más caro pero nos lo dejan al mismo precios llamado DownTown. Lo malo que había que subir 5 pisos sin ascensor, pero era aceptable. Salimos a cenar sandwich por 105.000 vdn, en el Greet restaurant de calle bat dan cerca del hotel.






Hanoi - Sapa


Día 9: Pusimos el despertador a las 5 a.m con pretensiones de ver el amanecer desde el lago. Del sueño acumulado finalmente nos levantamos a las 8 para tratar de conseguir el tour de Sapa para el mismo día y no quedarnos una noche mas en Hanoi.
Puente Rojo en el lago de Hanoi

Primero desayunamos en el hotel y vamos directos a la calle May May donde están las agencias que recomiendan la Lonely Planet, después de mirar en estas y ver los precios tan elevados acabamos comprándolos en una agencia en frente de Hanspan Agency por casi la mitad de precio, 65$ Sapa 3 dias 2 noches (1 noche en bus nocturno y otra en homestay) y 135$ Halong Bay 3 días y 2 noches (1 noche en el barco y otra en un bungalow "de lujo").  Una vez pagada los 200$ por persona vamos a recoger las maletas y hacemos el check out. Compramos en vuelo a Da Nagh por 37$ ya que el bus nos costaba 25$ y nos ahorrábamos tiempo . Vamos a comer a Pho Ga Bo que es un chiringuito en la calle pero buenísimo, pagamos 110k dongs. Más tarde hacemos el tour a pie recomendado por la Lonely Planet y volvemos al hostel donde nos esperaba la minivan antes compramos un sandwich en el mismo restaurante del día anterior.  Nos vienen a buscar en la van y nos metemos en el bus nocturno.

Día 10: A las 5 a.m llegamos a Sapa... el bus un poco incómodo pero es lo más económico. De allí nos llevan al hotel en coche, nos pegamos una ducha de agua fría (no había otra cosa). Y desayunamos en el hotel en un buffet libre.  Preparamos una mini maleta,  nos asignaron un guia, y empezamos a andar. Se unieron un grupo de mujeres con uniforme típico que nos ayudaban en el camino. Los paisajes eran una pasada, nos cruzábamos con niños que nos vendían pulseritas y después de 9 km paramos a comer... ese fui el momento cumbre cuando las mujercitas que nos habían ayudado y acompañado empezaron a vendernos bolsos y a acorralarnos, teníamos que comprarles por habernos acompañado. Después de 15 minutos regateando sacamos 3 bolsitos por 210 dongs. Una pulsera y un brazalete por la gorra. La comida fue una basura, arroz pasado, pollo seco... después de comer seguimos caminando alrededor de otra hora entre casitas y paisajes. A las 3 llegamos a la homestay. Nos dieron tiempo libre y estuvimos hablando con los 6 miembros de la excursión, una alemana dos holandesas, y dos danesas y un urugayo. Después de una ducha nos fuimos a dar un paseo. Por el camino encontramos a unos chicos jugando a futbol y el chico de Uruguay y Rubén se pusieron a jugar con ellos. A la vuelta teníamos la cena preparada, estaba todo buenísimo y en gran cantidad, arroz, pollo con verduras, rollitos y tofu. Al acabar unos chupitos de anis! En resumen, un día perfecto!

Vistas desde una aldea de Sapa


Día 11: A las 8am estábamos en pie preparando todo para el treeking y la vuelta de Sapa a Hanoi. Desayunamos unos deliciosos crepes de banana con miel y seguimos el treeking por el camino del bambú, entre los arrozales, unas especie de escaleras formadas en la montañas, cuyo fruto da trabajo a toda la población de la zona, pasando por una cascada, la mayoría del día con lluvia, mucha lluvia. Andamos unos 5km hasta llegar a un restaurante en el que paramos a comer otra vez, rodeados de niños que querían vendernos pulseras, bolsitas. Cuando acabamos de comer nos dirigimos al hotel donde después de secar toda la ropa que pudimos para evitar dejarla húmeda en la maleta y ducharnos,  comimos un buen menú y nos metimos de nuevo en el sleeper bus, el cual a las 18:30 estaba de camino, para llegar a las 3 de la mañana a Hanoi. Al llegar al hotel que nos reservó la agencia, nos dicen que no tienen habitaciones libres, así que les pedimos que llamen a nuestra agencia, ya que teníamos hecha esa reserva. Los chicos del hotel, nos dicen que la habitación no estaba pagada, por lo que les dijimos a los de la agencia que vinieran para el resolver el problema. Finalmente después de 1 hora y media aparece en moto y bajo la lluvia el dueño de la agencia y después de la discusión nos lleva en su moto y con todas las mochilas hacia otro hotel. Donde conseguimos dormir tres horas y en el que nos dimos cuenta al día siguiente que no habían devorado unas chinches, y para rizar el rizo pudimos apreciar que mi piel, las mordidas se apreciaban mucho más, probablemente por alguna alergia....

Arrozales en Sapa


Hanoi - Halong Bay

Día 12: a las 8 estábamos preparados con unas pastas en mano para desayunar de camino. Nos recogió un bus con 19 personas, de los cuales 8 éramos españoles. Con los que compartiríamos más de una comida y cena. Sobre las 12 llegamos a Halong City y nos subimos en el que será nuestro barco durante 3 días. El camarote no pinta nada mal y la comida de recibimiento tampoco... fue una comida variada. Por la tarde, ya inmersos en el increíble Halong Bay lleno de islotes, pasando por el interior de una cueva, haciendo kayak en medio de ese paraiso de mar rodeado de gigantescos islotes. Por ultimo nos dimos un bañito en una playa y una ducha en el camarote. La cena de ese día no acabó de gustar a nadie. Por la noche hicimos una fotitos y estuvimos charlando con la gente del barco. Al acostarnos, empezó la diversión: vimos en la cama unas chinches y al parecer la noche anterior también nos habían picado... porqué teníamos hileras de granitos por las piernas... por lo que llegamos a pensar, que quizás esas las podíamos haber traído nosotros. De todos modos, habíamos leído en innumerables blogs, sobre estos bichitos en los barcos, y algunos mochileros nos habían contado experiencias propias con anterioridad. Dormimos poquísimo y en una mini cama los dos juntos, porque pensábamos que era la única que no parecía infectada...

Amanecer en Halong Bay desde el Barco 


Día 13: Desayunamos tostadas con mermelada y huevo, y nos dirigimos a una granja de perlas donde vimos como crean las perlas y los precios desorbitados... Después hacemos el check out temporal, ya que nos íbamos a alojar una noche en la isla de los bungalows. La miniisla era impresionante, era media isla anclada en un islote, y los bungalows estaban situados a pie de playa. Comimos en el único restaurante que había y nos bañamos en nuestra playa privada y después hicimos kayaking observamos las diferentes islas que hay alrededor de la isla. Después de una ducha y unas partidas de pin pong esperando a la cena, pudimos alimentarnos de un bufet libre con platos típicos.
Ya en la cama, sobre la 1 de la mañana me despierto y me da por mirar si había algún bicho, ya que los picores de esos días hacían que estuviéramos obsesionados y ¡ualá! veo un bicho, lo aplasto contra la cama y por sorpresa estaba lleno de sangre... entonces levanto las sábanas y veo mil bichos de esos por todas partes. Llamamos al encargado y nos confirman que son "bedbugs" por lo que nos da otra habitación mas mierda en la que no conseguimos dormir por el trauma causado, pero el encargado nos asegura que no encontraremos más y nos dice que si hubiéramos puesto el aire, probablemente no hubieran salido... para reírse...


Halong Bay - Hoi An

Día 14: Nos despertamos a ver el amanecer, si se puede llamar dormir a lo que hicimos... pero la mala suerte nos seguía... nublado, así que seguimos en la cama hasta las 7 para desayunar. Una vez hecho el chekout nos dirigimos en bote de vuelta a Halong City. Antes, tuvimos que discutir el tema de la chinches y hicimos una broma de "cooking class" en el barco, en la que nos enseñaron a hacer rollitos vietnamitas. Nos dieron de comer a las 11 para llegar comidos al puerto. Sobre las 12 nos subieron a un bus que nos dejaría a una distancia cercana al aeropuerto, en el que cogeríamos un avión hacia Danahn. Durante el viaje el guía nos estuvo rallando con que no nos podían devolver el dinero, sino que sólo nos devolvieron 20 dólares por la noche del bungalow. Al final tuvimos que aceptarlos porque nos bajábamos del bus. Nos dejaron en medio de la nada, donde había una gasolinera y encontramos a una pareja brasileña que nos dijeron de compartir el taxi hasta el aeropuerto. Nos cobraron 400 mil dongs en total, unos 7 euros por pareja. Al llegar al aeropuerto nos vemos que nuestro vuelo se ha retrasado de las 6 a las 10... perfecto... la suerte seguía de nuestro lado...  sorprendentemente había un vuelo a las 20h en el que había plazas.
Al llegar a Danahn cogimos un taxi compartido con una chica por 315 mil vdong en total. Lo gracioso es que no nos cargaba el correo el móvil sin wifi, por lo que no sabíamos la dirección. Fuimos al hostel de la chica y miramos el correo. Finalmente llegamos a unos de los mejores hoteles, o al menos fue en el que más tranquilos pudimos dormir... limpio, el servicio muy amable, con piscina y buen desayuno... la verdad que no pedimos mucho más y por 14 euros, nos pareció genial. Salimos andando a cenar y finalmente encontramos un sitio abierto llamado Son Hoi An. Cenamos un lao cao típico, y unos rollitos por 120 mil vdn, todo riquísimo.



Día 15: Nos levantamos super descansados, por fin una noche sin bedbugs :). Alquilamos unas bicis que el hostal tenía para los clientes y vamos a descansar a la playa que está a 3km.
Después de la mañana de relax, comimos en un restaurante llamado my ly, cerca de la playa por 140vdn con postre. Después paramos cerca de la playa, en un sastre, donde Rubén preguntó por precios de trajes. Por el centro también comparamos precios, pero nos quedamos con el primero cercano a la playa, sacando 2 trajes y 3 camisas por 225 $. Más tarde, y de nuevo por el centro precioso de Hoi An paseamos con bici y andando hasta ya entrada la noche.  Las calles llenas de luces, iluminada de todos colores, hacía más atractiva para nosotros la ciudad. Cenamos en un restaurante cerca del lago por 160 mil dongs con postre. Volviendo para nuestro homestay nos encontramos a los canadienses y estuvimos un buen rato hablando con ellos, compartiendo cada uno sus rutas y puntos que no podíamos perder ni los unos ni los otros, ya que desde ese punto, pasamos a hacer, la parte que ellos ya habían recorrido y viceversa.
Si vais a Vietnam no os podéis perder la visita a Hoi An, uno de los pueblos más bonitos y acogedores (recomendado)


Hoi An - Hue

Día 16: La mañana siguiente decidimos visitar de nuevo el centro, con un pequeño inconveniente, la lluvia... después de pasar media mañana visitando un templo cercano y el centro, estuvimos también mirando puestecitos, donde compramos algún que otro souvenir, empezó la lluvia... así que decidimos volver a toda prisa, pero pese a eso, llegamos como si nos hubiéramos metido en una piscina. intentamos secarnos y preparar todo, para nuestro viaje dirección Hue en autobús.
Teóricamente, del hotel Amigo que reservamos el día anterior, nos tenían que venir a buscar a la parada del bus. Evidentemente no fue así, por lo que nos buscamos de nuevo la vida para llegar al hotel. Una vez allí, nos pidieron disculpas y nos invitaron a un té y a una fruta del dragón. Después de una ducha, salimos a ver la ciudad, por el lago y también por el mercadillo nocturno en el que compramos algún souvenir como pulseritas y cuadros, ya que el viaje estaba llegando a su fin. Cenamos en un restaurante cerca del hotel, en el que nos dieron arroz el que quisimos y pun miniglan de postre gratis, la cena fueron 140 mil dongs. De vuelta al hotel y a dormir.



Día 17: Nos levantamos sobre las 7:30 para desayunar, hicimos el check out y alquilamos una moto. Todo nos costó 23 dolares, 5 de la moto con marchas sin embrague y el resto por la habitación y el desayuno. Con la moto nos dirigimos a echar gasolina, al salir, en una rotonda una tia casi se nos lleva por delante... por suerte, fue el único percance en todo el día. Después de pagar 30 mil dongs para llenar el depósito,  nos dirigimos a la ciutadella donde nos volvimos a encontrar a Sara y Ana.

Después fuimos a la pagoda mas famosa y al salir por el camino de vuelta paramos a comer en un sitio que nos indicaron dónde sólo tenían 4 platos y pedimos unos que ponía spring roll y nos pusieron cerdo, lechuga, fideos de arroz y algo mas por 18.000. Luego tomamos cafe al lado, compramos la cafetera típica y compramos cafe molido todo por 66.000 dongs, tiradísimo (recomendado). Por la tarde nos despedimos de ellas y fuimos a ver una tumba, la de Tu Duc, nos cobraron 4 dólares por persona, y la verdad que no nos convenció, la mayoría de partes las estaban restaurando. No está bien señalizado la verdad. La vuelta con diluvio, fue ya la leche. Llegamos empapados al mercado de al lado del rio para dar un paseo. Después de media hora viendo que los precios eran desorbitados, decidimos ir a comprar el sombrerito a un puestecito a por el centro del pueblo, dónde al final, compramos el bueno que lleva una capa para lluvia por 25 mil dongs. Volvimos al hotel a dejar la moto y a darnos una ducha por la gorra, en un baño que tenían en la entrada del hotel, del cual ya no éramos huéspedes.

Después compramos una provisiones y cenamos algo antes de dirigirnos al aeropuerto de Hue en taxi, que nos costó aproximadamente 9 dólares.



Hue - Ho Chi Minh City - Barcelona

Día 18: Llegamos al aeropuerto de Ho Chi Minh City a la 1 de la madrugada y nuestro vuelo hacia Barcelona con escala en Moscú salía a las 6h de la mañana. Así que decidimos dormir en el aeropuerto una horitas y evitar los taxis y hoteles, que suponían un coste adicional y una perdida de tiempo. Después de esas horas de espera, por fin pudimos entrar en el avión y poder dormir en condiciones hasta nuestra llegada a Barcelona.

Podemos decir que fue un viaje movidito, con algunos que otros contratiempos, pero que no dejó sin duda una bonito recuerdo! Nuestro consejo después de lo vivido y que desde este viaje siempre seguimos es mirar la cama, debajo del colchón, para evitar que haya bedbucks (chinches) donde sea que durmamos, y dejando la mochila alejada de la cama.